La exposición de David Celi que nos ha volcado a revisar un manifiesto, que al parecer quedo colgado de la nada y sin embargo, se despierta desde la poesía a la pintura de David CEli, recordando las palabras de “Los infrarealistas que dicen:” Vamos a meternos de cabeza en todas las trabas humanas, de modo tal que las cosas empiecen a moverse dentro de uno mismo, una visión alucinante del hombre”.
Una premisa que se comprueba en estos lienzos que despiertan sonidos y olores cotidianos, por que mirar los lienzos de David Celi es como mirar de pronto debajo de nuestros pies.
INFRA.REAL Es una exposición compuesta de 13 obras suf realistas que me enorgullece mucho presentar y que los invito a seguir a través de esta pagina
Sara Palacios

Infrarrealismo

Debajo del umbral espectral de la percepción tenemos lo infra, aquello que la experiencia visual humana es incapaz de percibir con sujeción cromática y figurada a no ser de que cuente con un dispositivo tecnológico que filtre el límite infrarrojo —el límite de la identificación cromática y figurativa para el ser humano— provocando la conformación de imágenes con valor significante de siluetas y volúmenes que contrastan con la presencia del vacío compositivo.

El infrarrealismo deviene en una suerte de percepción de lo espectral que está por debajo de los márgenes de la cotidianidad sensitiva. En términos plásticos no significa la exposición técnica de composiciones perceptibles exclusivamente con la ayuda de un dispositivo de visión infrarroja, sino de una percepción de aquello que existe como sustrato de la realidad pero en un sentido de figuración patinada por el tiempo de uso y continuidad. Así surgen las espacialidades veladas por la persistencia humana en diversos indicios de acción y pasión. Las obras entonces se humanizan con las señas de las gentes que ocuparon aquellos espacios pletóricos de urbanidad dejando huellas de su ocupación o de ellas mismas que fueron parte de aquellos tránsitos por el tiempo y su continua espacialidad.

Éstas son las coordenadas que limitan en las obras de David Celi, las coordenadas liminales de una infrarrealidad sujeta al objeto y objetivada en el sujeto mismo que se ha silueteado en el espacio y que ha hollado en su acontecer identificándose en su acto de creación expuesta en un evidente formato de expresión objeto/sujeto trascendido/trascendente: la fórmula de la significación de lo infra-real para Celi.

Son espacios de contención sincrónica: recortes de acciones y pasiones en un tiempo determinado que se exponen en los objetos plásticos de Celi útiles para soportar la verbalidad de lo infrarreal. En la obra de Celi no hay espacio para las cifras surreales, sino para los hechos reales absorbidos y sintetizados por cada composición. Así, la obra de este ecuatoriano promulga su adhesión al movimiento infrarrealista con el aporte de su plástica pletórica de relatividad haciendo testimonio de su infra-percepción acotada en su ciudad, en la capital equinoccial del segmento latinoamericano. Lo urbano se matiza del desgajado vínculo que todo criador tiene con su propia estancia que acopia a su mundo interior provocando la irrupción de su íntima materia en la forma de expresión: su infra-materialidad se extiende al constituyente de su obra asimilándose con la métrica del movimiento infrarrealista que no tiene capacidad de medición.

N0 hay espacio para las cifras surreales, sino para los hechos reales absorbidos y sintetizados por cada composición. Así, la obra de David Celi promulga su adhesión al movimiento infrarrealista. Lo urbano se matiza. Acopia a su mundo interior, provocando la irrupción de su íntima materia en su forma de expresión.
Humberto Montero